Sabemos que la vid es caprichosa, no crece bien en cualquier lado, por eso el buen vino solo puede producirse en lugares muy específicos del mundo, rincones ocultos donde las bondades de la buena tierra hacen una zona ideal para el cultivo de buenas cepas, lugares como Viñedo San Miguel.
Conscientes de brindar siempre lo mejor cuidamos con esmero cada detalle de nuestros cultivos. Nuestros expertos viticultores y enólogos en todo momento observan el comportamiento de la vid para prevenir cualquier situación que ponga en riesgo una excelente cosecha.
El gran trabajo que se debe realizar año con año es indispensable debido a que el mundo del vino es un trabajo de añadas, se necesita ser muy meticuloso para entender las necesidades de la tierra y el cultivo, pero sobre todo para saber como se debe realizar el proceso para generar magníficas vides.
En este grandioso mundo del vino y especialmente en lo que requiere el viñedo, jamás puedes cantar victoria antes de la cosecha, debido a que, si bien están establecidas las diferentes estaciones del año, tenemos diversas variaciones climáticas que ponen en alerta a nuestros expertos para generar las soluciones más propicias que puedan cubrir las necesidades de nuestras cepas.
El trabajo dentro de un viñedo es muy preciso y exacto ya que ninguna añada se comporta igual a la anterior.
Un ejemplo claro es lo que hemos vivido este año, ha sido lluvioso y se tomaron las medidas oportunas para cuidar la cosecha, sin embargo el próximo año podría ser más seco lo cual implica un desarrollo diferente para el cuidado de la vid.
Nuestro grupo de expertos viticultores siempre están monitoreando las variaciones climáticas para prevenir los diversos factores que se presentan en el viñedo. Sin embargo también es importante tomar en cuenta que puedes estar haciendo todo bien como viticultor pero ¿qué pasa si le cae un granizo inesperado a la vid una semana antes de la cosecha?
Es en este tipo de situaciones donde se presenta el drama, la emoción y la adrenalina previa a una cosecha. Por ello es que es un logro el llegar al punto donde cortas las uvas, observas que todo salió bien, donde ves que el trabajo valió la pena, y si en algún momento el clima te hizo una mala jugada, al estar ahí en la cosecha significa que se reaccionó de inmediato para minimizar el impacto negativo en la vid y disfrutar de ella.
Es por esta razón que el viñedo tiene tantas metáforas con la vida, porque puedes decir este año fue grandioso para mí y el que sigue será igual, sin embargo no tienes la certeza de que sea así aunque te mantengas en el mismo lugar, casa y trabajo.
El mundo del vino es apasionante y conlleva un gran estilo de vida, hoy Viñedo San Miguel sigue mejorando cada día sus cepas para generar un vino de alta calidad y puedas así disfrutarlo en compañía de los tuyos.