El vino es un elixir resultado de la unión entre el cielo y la tierra, entre lo divino y lo terrenal. Sólo un dios podría haber creado tan vigorosa bebida y sólo él compartiría tal conocimiento a los hombres, el nombre de dicha figura divina es Dionisio o Baco, conocido así por los griegos y los romanos respectivamente.
Para representar al dios de las fiestas, los excesos, el placer y el vino, los artistas tenían dos opciones o lo hacían como un hermoso joven o como un viejo alegre, hasta que un artista decidió aventurarse y optar por algo más atrevido. Ese artista fue Miguel Ángel Merisi, Caravaggio, quien mostró a Baco como un adolescente irreverente y elegante al mismo tiempo, en un ambiente natural, espontáneo y sobre todo real haciendo más cercano (y humano) al dios.
Caravaggio se formó influenciado por las escuelas veneciana y lombarda, de ellas aprendió el manejo de los colores cálidos y atmosféricos, el marcado realismo y el uso de personajes humildes o del pueblo. Fiel a estos principios, el artista eligió como modelo de su Baco a Mario Minniti, amigo cercano y también pintor.
Ataviado con una toga blanca que muestra parte de su cuerpo desnudo, una corona de hojas de parra y una copa rebosante de vino en la mano izquierda, Baco deja a un lado la divinidad para invitar al espectador a sumarse a la fiesta, misma que ya ha comenzado pues el color de sus mejillas lo delata.
El cuadro tiene detalles realistas excepcionales mismos que se pueden apreciar en la canasta de fruta, la pálida piel del modelo, la transparente jarra y la tambaleante copa de vino. Tiene interpretaciones ocultas como la efímera vida de las cosas terrenales (la canasta de frutas) o la diversión adolescente y banal; así como elementos escondidos, por ejemplo el reflejo del artista trabajando que puede apreciarse en la jarra de vino.
El Baco adolescente de Caravaggio es una de las obras exponentes del Barroco. La dualidad terrenal y divina queda perfectamente plasmada en la obra con un adolescente coqueto, de uñas sucias y embriagado que personifica al dios Baco; un dios de carne y hueso cuya torneada figura invita al placer instantáneo al ofrecer una copa con sabor divino pero fugaz, como la vida misma.
La pintura se realizó a petición del cardenal Francesco María del Monte, mecenas de Caravaggio, como regalo para Fernando I de Medici y actualmente se exhibe en la Galería Uffizi en Florencia, Italia.
Caravaggio fue un artista prodigioso y sensible que encontró inspiración en la naturaleza, los rasgos humanos y la vida misma para concebir obras profundas, controversiales y trascendentales.
En Viñedo San Miguel te invitamos a acompañar el deleite de tus sentidos con una copa de vino y una obra de arte.